No pierdas dinero con tu cuenta corriente

Amargarnos el día tras comprobar que faltan 30 euros en nuestra cuenta corriente, en concepto de mantenimiento de tarjeta de crédito, es ya un clásico entre los españoles, y no es el único. Hace ya varios años que los consumidores venimos sufriendo una escalada en el número y cuantía de las comisiones bancarias que nos irrita profundamente, y es que, quienes poseemos una cuenta corriente no buscamos ganar dinero con ella, nos conformamos simplemente con no perder parte del mismo en cobros abusivos. Elegir la mejor cuenta para no perder dinero es el primer paso para asegurar la efectividad de la misma y, de paso, nuestra confianza en la entidad financiera.

Claves para elegir la cuenta adecuada

Lo primero que debemos tener en cuenta es que una cuenta corriente no está diseñada para ganar dinero, la mayoría no ofrece rentabilidad y si lo hace es limitada en el tiempo o sujeta a requisitos como la domiciliación de la nómina o de los seguros sociales, de recibos (algunos de ellos obtienen bonificación en determinadas entidades) y uso frecuente de diversas tarjetas de crédito así como la contratación de otros servicios propuestos (seguro del hogar, seguro de vida, etc.). En definitiva, una cuenta corriente nos servirá, básicamente, para gestionar el día a día de nuestra economía doméstica gracias a la domiciliación de pagos recurrentes e ingresos y a la posibilidad de sacar dinero o de utilizar nuestra tarjeta de crédito para asumir cómodamente las compras diarias, pero no para ahorrar, invertir o buscar la rentabilidad de nuestro dinero.

Dicho esto, algunas de las claves que debes tener en cuenta a la hora de elegir la cuenta corriente que más te convengan son las siguientes:

- El cobro de comisiones. Asegúrate de qué tipo de comisiones podrá cobrarte el banco como titular de esa cuenta: por mantenimiento de libreta, por mantenimiento de tarjeta, por transferencias, por descubierto... Si este cobro es evitable en función de ciertos requisitos, cerciórate de que puedes cumplirlos mensualmente para librarte de las mismas: domiciliación de nómina y un número determinado de recibos al mes, uso reiterado de la tarjeta de débito y de crédito (con un mínimo al mes, trimestre o periodo anual), saldo mínimo en la cuenta… Para ello, analiza tus necesidades, si vas a realizar transferencias semanalmente porque eres autónomo, quizás te interese una cuenta específica para este tipo de trabajadores o para Pymes, pues además de esta ventaja, puede ofrecerte beneficios como el ingreso de cheques de forma gratuita o la domiciliación de nominas.

- La disponibilidad de cajeros automáticos. Algunas entidades cobran comisión cada vez que retiramos dinero en un cajero o caja que no pertenece a una sucursal de la propia firma bancaria, por lo que deberíamos asegurarnos de que el banco o la caja de ahorros en cuestión cuenta con cajeros cerca de nuestro hogar, centro de trabajo, lugar de veraneo, etc., y en el caso de que no sea posible, al menos informarnos de si mantiene convenios de colaboración con otras entidades de tal forma que podamos disponer de efectivo sin asumir la comisión pertinente.

- Acceso a banca online. Hoy en día, la posibilidad de poder acceder a nuestras cuentas desde el portátil o el teléfono móvil de forma cómoda y totalmente gratuita se convierte en una auténtica necesidad, pues esta opción nos ayuda a controlar nuestro dinero al instante, reclamar comisiones o cobros indebidos en el momento de recibirlos y estar al tanto de cualquier notificación respecto al estado de nuestras finanzas. Que además podamos realizar cualquier tipo de operación desde nuestro perfil de usuario será una ventaja añadida para quienes operamos en la red de forma constante.

Sin embargo, como hemos señalado, el requisito más valorado por los clientes a la hora de contratar una cuenta bancaria es, sin duda, la ausencia de comisiones o la posibilidad de poder eludirlas fácilmente.

Consejos para eliminar el cobro de comisiones

Sortear el cobro de comisiones es muy difícil. Cuando crees que lo tienes todo controlado, ¡sorpresa! Te han cobrado por mantenimiento de la tarjeta de crédito porque en vez de 30 pagos efectuaste 29 o en concepto de mantenimiento porque durante unas semanas se redujo el saldo medio de tu cuenta… Llegado este momento, ¿qué podemos hacer? Nuestro consejo: negociar, negociar, negociar y exigir.

Ya sabemos que no es plato de buen gusto reclamar al banco o a la caja de ahorros de turno un dinero que es tuyo y que crees que te han cobrado de forma abusiva, pero debes mantener la calma y no cejar en tu empeño. Las entidades financieras, al fin y al cabo, viven por y para sus clientes, así que deben mimarlos para no perderlos, exige la devolución del cobro de esa comisión tras recordarle a la entidad lo importante que eres para su actividad.

Eso sí, una de las comisiones que difícilmente podrás eludir es la comisión por descubierto. Antes de dejar tu cuenta en descubierto, puedes solicitar un mini préstamo en Contante. los intereses bancarios por descubierto pueden suponer hasta 7 veces más que los honorarios de un micropréstamo.