Anticipo Contante
Podrán solicitar un Préstamo Contante aquellas personas residentes en España, mayores de 21 años, que no tengan restringida legalmente la capacidad de obrar, y dispongan de un teléfono móvil y una tarjeta de débito asociada a su cuenta bancaria habitual.
Un Anticipo Contante se conoce en el mercado con denominaciones análogas tales como: micropréstamo, minicrédito, Préstamo de nómina, crédito rápido o similares. Si vas a solicitar este tipo de productos, hazlo a través de una entidad adherida a la Asociación Española de Micropréstamos como Contante.
En algunos casos, podemos limitar el importe máximo del crédito rápido o rechazar la solicitud de Anticipo.
Una vez tu anticipo sea aprobado recibirás una transferencia en tu cuenta.
Los intereses del anticipo dependerán del importe y de la duración seleccionados, pero en ningún caso superarán los intereses mostrados en la página web en el momento de tu solicitud.
Cuando llegue el vencimiento de tu Anticipo, haremos un cargo en tu tarjeta de débito. También podrás devolver tu micropréstamo antes de la fecha de vencimiento, ahorrando los intereses de los días no disfrutados.
Si ves que se acerca el vencimiento del minicrédito y que no vas a poder pagar, podrás prorrogar tu Préstamo hasta 30 días más. Reflexiona si esta es la opción que más te interesa.
Si el día de vencimiento no se ha realizado el pago, se cargará una comisión de hasta 20 euros adicionales por impago del crédito rápido. Y se sumará un interés diario del 1% por cada día de retraso.
El Préstamo Contante se formaliza con la sociedad, domiciliada a efecto de notificaciones en Barcelona (08036), calle Aribau 112, 1-1 e inscrita en el registro mercantil de Barcelona.
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Diez frases de Mafalda para reflexionar
Solo tiene 6 años y de su boca proceden algunas ideas imprescindibles para el día a día. Ella popularizó, sin ir más lejos, la frase de “Paren el mundo que me quiero bajar”.
Esta semana, hemos querido tomar aire fresco para rendir nuestro particular homenaje a Mafalda. Un personaje que le ha valido a su creador, Quino, el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
Mafalda ha pasado a la historia por esa gran melena negra y su odio a la sopa. Pero también por sus sabias reflexiones sobre economía, política y sociedad. Unas afirmaciones que no pasan de moda. Al contrario, cobran vigencia en estos tiempos de crisis, paro y problemas económicos y sociales. Una época convulsa en la que buscamos gurús para ver el final del túnel y reinventarnos.
En Contante te proponemos nuestro particular “decálogo mafaldiano”. Diez principios que encierran inteligencia emocional y hasta financiera. Unas declaraciones que podrían haber salido de líderes políticos, grandes economistas o maestros zen. Pero no. Surgen de una niña de papel con vocación de cambiar el mundo. Ahí van:
1)-No dejes que la coyuntura económica o los políticos decidan por ti:
“Sería lindo despertar un día y encontrarse con que la vida de uno depende de uno".
2)-No mires demasiado atrás y exprime el presente:
"No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor. Lo que pasaba era que los que estaban peor todavía no se habían dado cuenta".
3)-Mantén una actitud positiva:
"Comienza el día con una sonrisa y verás lo divertido que es ir por ahí desentonando con todo el mundo".
4)-Valora la humildad:
"Admitir que se está equivocado es el harakiri del orgullo".
5)-Apuesta por la originalidad:
¿No será acaso que esta vida moderna está teniendo más de moderna que de vida?".
6)-Dialoga con el niño que llevas dentro:
"La vida no debería despojarlo a uno de la niñez sin antes darle un buen puesto en la juventud".
7)-Sé fiel a ti mismo y respétate:
"A medio mundo le gustan los perros, y hasta el día de hoy nadie sabe qué quiere decir guau".
8)-Márcate unas metas:
“¡Resulta que si uno no se apura a cambiar el mundo, después es el mundo el que lo cambia a uno!".
9)-Solidaridad y empatía:
"¿Por dónde hay que empujar este país para llevarlo adelante?".
10)-Aboga por la fraternidad y la empatía:
"En este mundo cada quien tiene su pequeña o gran preocupación".
Y por si este decálogo te sabe a poco, te dejamos dos frases más de propina. La primera:
"Como siempre, lo urgente no deja tiempo para lo importante".
Y como colofón, la última:
"¿Y si en vez de planear tanto voláramos un poco más alto?".