Los tiempos han cambiado: hace tan solo 50 años la mayoría de mujeres en España dependían de los ingresos de sus maridos para subsistir. Sin embargo hoy en día las cosas son muy diferentes, y prácticamente toda mujer que lo desee puede contar con su propio sueldo y una independencia total.
Este nuevo empoderamiento de la mujer está dejando a la vista una serie de patrones en cuanto a los gastos medios de la mujer española. ¿En qué nos gastamos el dinero? ¿Dónde invertimos más? ¿Qué tan impulsivas somos a la hora de gastar?
Estas son las últimas cifras:
O lo que es lo mismo: 444€ anuales.
Empecemos con las cifras que nos gastamos en vernos guapas mes a mes:37€ contantes y sonantes, nada más y nada menos. Se trata de los números oficiales de la app de Fintonic, la aplicación gratuita que nos ayuda a optimizar los gastos desde el móvil.
El estudio también pone de manifiesto que los gastos en productos y tratamientos de belleza de las españolas se disparan en los meses de primavera, más concretamente en la cuenta atrás de la operación bikini. Por el contrario, disminuyen en los meses de verano.
Más de 9.000€ invertidos en el hogar familiar.
Aquí no hay género que valga: tanto nosotras como ellos vemos desaparecer aproximadamente un 30% de nuestro sueldo en mantener nuestro hogar y todas las facturas asociadas: luz, agua, gas…
Por si el porcentaje no era suficiente para que echarse las manos a la cabeza, se estima que gastamos al año un total de 9.181€ en algo tan básico como es el hogar. Además, las cifras se calcularon en base a los gastos familiares. Si vivimos solas, hacer frente a un número tan alto es algo parecido a hacer malabarismos.
Esos mini caprichos que compramos cada vez que nos sentamos frente al ordenador acaban sumando. Pero ¿quién puede resistirse a esas cucharas de colores o a ese precioso vestido que además está rebajado? ¡Rebajado!
En resumen: las mujeres españolas gastamos al año 1856€ de media en comprar por Internet ¿Te sientes identificada?
El gasto en comida de las mujeres españolas puede desglosarse por familias de alimentos, y las cifras quedarían tal que así:
Estas son las familias de alimentos en las que MÁS gastamos, es decir, no podemos desglosar la lista con cada alimento porque sería interminable. De ella también podemos deducir que echamos en falta el presupuesto en frutas y verduras, las cuales pueden no estar presentes por dos razones: bien porque son alimentos económicos que apenas se llevan parte de nuestro presupuesto, o bien porque no compramos las suficientes.
Y no esa amiga que siempre nos convence para salir el finde
Las mujeres españolas gastamos en carburantes el 4,3% de nuestro presupuesto total, el 3,8% en mantenimiento, y el 2% en reparaciones de vehículo.
Después de conocer estas cifras, más de una de nosotras deberá mantener una seria conversación con su vehículo (y llamar a esa mejor amiga para proponerle salir el sábado).
Según las cifras oficiales del INE (Instituto Nacional de Estadística) las españolas gastamos de media unos 600€ anuales en actividades de ocio. Entre estas actividades se incluyen también las culturales, como visitas a museos, galerías de arte o conciertos.
¿Realmente son cifras realistas? Aquí entramos en el eterno debate, que también podríamos mantener en el apartado dedicado a la belleza: está claro que casi todas las mujeres somos coquetas. Sin embargo, creemos que aquí las cifras pueden “cojear” un poco.
¿Por qué?
Una vez cubiertas las necesidades básicas de vestido y calzado (que en la edad adulta son muy pocas porque no crecemos, y los básicos no suelen pasar de moda) el presupuesto dedicado a ropa y calzado varía en función de los gustos personales.
Mientras que una fashion victim puede invertir fácilmente 2000€ en ropa siempre que se lo pueda permitir, una chica que le dé menos importancia a esto podría gastar tan solo 100€ o incluso 0 si ya cuenta con un buen fondo de armario. Lo que al final falsea las cifras.
Como era de esperar, las cuentas de las mujeres españolas no son muy diferentes a las de nuestros paisanos masculinos. Si además contamos con niños a nuestro cargo o una familia, el sueldo se divide en las necesidades básicas, dejando lo que sobra para caprichos.