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Hacer deporte: un placer que no entiende de euros

Hay placeres a los que no renunciamos ni en tiempo de crisis. Ante préstamos, hipotecas, deudas, paro, subida de impuestos, etc. cada vez más gente busca válvulas de escape. Y muchas personas caen rendidas a los pies del deporte. Un placer que, parece, no entiende de euros. ¿Por qué? La ciencia lo ha comprobado: hacer deporte nos hace más felices. Correr, nadar o practicar cualquier otra disciplina libera en nuestro cuerpo endorfinas. A estas hormonas se las conoce como las moléculas de la felicidad. Una “droga legal” que tiene a muchos obnubilados. Prueba de ello es que para una inmensa mayoría de ciudadanos invertir en estas aficiones supone un gasto importante. Según los últimos datos del Anuario de Estadística Deportiva publicado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el deporte se ha convertido en un consumo de masas. Esta realidad se traduce en que cada español gasta de media 96 euros al año en bienes y servicios relacionados con esta materia. Si se calcula por hogar, la cifra asciende a 254 euros de media. Es decir, pese a la difícil coyuntura económica que atravesamos, casi el 1,5% de nuestro presupuesto anual se nos va en equiparnos para practicar alguna disciplina deportiva. Los responsables de esta investigación destacan, a su vez, que los “españoles priorizan el deporte como un gasto relevante”. Y ponen sobre la mesa otros datos curiosos como el siguiente: hasta el 63% de los españoles desean que sus hijos hagan deporte de alta competición o profesional. La cuestión es que en el deporte también hay clases. No es lo mismo salir a correr, que montar a caballo, un sueño alcanzable para pocos. De acuerdo con un artículo de la revista Forbes, entre los 10 deportes más caros figuran montar a caballo, el polo (considerado un deporte de élite), la Fórmula 1, la vela, el pentatlón o el Wingsuiting (un tipo de paracaidismo). Por otra parte, para bolsillos más humildes figuran salir a correr a la calle (que tan de moda está), jugar a fútbol o el baloncesto. En un término medio se sitúan disciplinas en auge como el yoga. “Sí que parece que hay deportes hechos a medida de los más ricos, mientras que otros están disponibles para el resto del planeta”, reflexionan en el citado artículo. Sea como sea, la buena noticia es que las endorfinas no requieren de créditos ni de planes de ahorro. Son un bien muy preciado al alcance de cualquiera.
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