Planifica tus finanzas para el 2015

Año nuevo, vida nueva. Estrenamos 2015 con una agenda cargada de propósitos de los que muchos quedarán en tan solo eso, propósitos. Que si ir al gimnasio, leer más, estudiar un idioma, etcétera. Pero ¿te has acordado de tus finanzas? Piensa en cómo te ha ido este año pasado en lo relativo a las finanzas, y con lo aprendido tendrás razones más que justificadas para planificar tus gastos y ahorros durante el año venidero y no pasar dificultades económicas. Ya sabes que en Contante tienes un micropréstamo para salir de un apuro o atender un gasto concreto, pero más allá de eso te vamos a dar algunos consejos para ayudarte a ahorrar y planificar tus finanzas en 2015.

Haz un plan financiero casero

Vamos a comenzar el año con un propósito: ahorrar; teniendo en cuenta los ingresos y los gastos predecibles y extraordinarios. Lo mejor es tomar libreta y lápiz y hacer los cálculos por escrito. Nada de números simplemente en la mente, de los que es muy fácil olvidarnos. Lo más urgente es establecer los ingresos y ahorros que podremos sumar en 2015. Calcula los ingresos: el primer paso es saber lo que vamos a ingresar. Es lógico. Para ahorrar tenemos que gastar menos de lo que ingresamos. Considera todas las fuentes de ingreso. Si tienes una nómina porque trabajas por cuenta ajena te será fácil calcular lo ingresado en un año, a lo que se ha de sumar lo que puedes meter en la cartera por rentas. Si por el contrario eres autónomo y tus ingresos dependen de lo que factures, el cálculo se complica. No obstante, siempre puedes fijar más o menos un mínimo mensual. Tú eres quien mejor conoce tu trabajo y lo que eres capaz de rendir. Una vez conocidos los ingresos, corresponde planificar los gastos. Quizás la tarea más difícil, pero necesaria para no llegar a fin de año en números rojos.

• Guarda para la época de vacas flacas: seguro que alguna vez has escuchado el cuento bíblico de José “el soñador”, el hijo de Abraham que fue “asesor económico” de faraón. En su interpretación de los sueños, faraón le dijo que veía siete vacas flacas y siete vacas gordas, lo que José interpretó como siete años de abundancia y siete de sequía. En las finanzas caseras también te puedes encontrar con la misma circunstancia, una crisis la puede tener cualquiera, y para solventarla en la medida de lo posible hay que ahorrar: guardar una parte de lo ingresado considerándolo un gasto más pero manteniéndolo a buen recaudo. Como le dijo José a faraón, guarda un octavo de tu cosecha. Equivale al 12,5% de la nómina o lo que ingreses. Una cantidad que te puede ayudar a salir de una situación difícil.
• Primero los gastos grandes y fijos: en la planificación de la economía doméstica para 2015, ten en cuenta los gastos que no puedes evitar, por ejemplo el seguro del coche, seguro de vida, alimentación, luz, agua, teléfono, Internet, gasolina… Ya sabes que hay una serie de gastos que por mucho que no quieras vas a tener. Algunos son fijos o tan repetitivos que se pueden considerar como fijos.
• No te olvides de los gastos hormiga: hay gastos a los que nos les prestamos importancia, pequeñas “hormigas” inapreciables, que si se suman forman un gran hormiguero, o un gran gasto, desde el punto de vista de nuestra economía. Que si te tomas un café todos los días en el bar de debajo de la oficina, que le compras un juguete al niño, que si sales a cenar una vez al mes… Seguro que sabes identificar estos pequeños gastos que se comen poco a poco el presupuesto.
• Invierte en ahorro: el hogar y el vehículo constituyen los gastos más acuciantes de una familia. Invertir en reformas de la casa, como utilizar agua caliente procedente de placas solares, aislar mejor las ventanas, cambiar el sistema de iluminación por bombillas LED, adaptar el coche para cambiar de combustible… son acciones que suponen de entrada un desembolso importante, pero que a la larga te ayudan a ahorrar.

Y ahora que hemos considerado los ingresos y los gastos de nuestras finanzas caseras, dos últimos consejos: En primer lugar lleva un control exhaustivo y por escrito de las finanzas. Eso que hacían nuestros padres y que a veces se ve en las tiendas de barrio, donde en una libreta apuntan todo lo que se lleva un cliente a lo largo del mes. Haz lo mismo. Busca una libreta y dibuja varias columnas: concepto, fecha, gasto e ingreso. Apunta cada anotación según se va produciendo y sé escrupuloso/a. Anótalo todo. Así serás consciente de lo que ingresas y lo que gastas y podrás controlar de forma más eficaz tus finanzas. Al ser consciente de las cuentas de la economía familiar podrás optimizar el ahorro. En Internet puedes encontrar un montón de plantillas de Excel que te ayudarán en tu contabilidad doméstica, elige la que más te guste. El segundo consejo es que tengas un fondo de emergencia. Ya hemos comentado el consejo de José a faraón, de guardar un octavo de lo ingresado, pero eso lo debes considerar a largo plazo. Debes tener a mano un fondo de aproximadamente la mitad de lo ingresado en un mes para hacer frente a una emergencia: avería en el coche, sustituir un electrodoméstico o simplemente comprar las entradas para un concierto. Si en un moemento dado, te quedas sin un fondo de emergencia, puedes contar con un microcrédito o anticipo de nómina, pero ya sabes que tiene un coste. En Contante unimos oportunidades. Te damos un pequeño préstamo de devolución rápida para que atiendas ese gasto imprevisto que no habías planificado. Porque en la vida no todo se puede prever.